Su jefe tenía ventaja.
La había deseado durante mucho tiempo, pero se había privado de su compañía. Ahora, por fin, Marcos Allende tenía a su secretaria donde quería: la había convencido para hacerse pasar por su amante mientras negociaba el trato de su vida. Y cuando la farsa terminara, removería cielo y tierra para convertir a Virginia Hollis en su amante real.
Ella deseaba ser algo más que la secretaria de Marcos. Aun así, ya había accedido a seguirle el juego con la esperanza de poder meterse en su cama… y en su corazón. Pero, ¿podría seguir teniendo un lugar en su vida cuando él descubriera su secreto?
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