Quería casarse con ella porque creía que era su deber. Ella no quería porque lo amaba demasiado.
Marcus Reid no habría sabido decir qué lo había llevado hasta la casa de Hayley Bravo, pero entonces ella abrió la puerta y sólo pudo mirar su abultado vientre. ¡Estaba embarazada! ¿Significaba eso que se había olvidado de él… o que entre ellos había algo y siempre lo habría?
Abandonar a Marcus meses atrás había sido lo más difícil que había hecho Hayley en toda su vida. Y, aunque sabía que podía confiar en él y que haría todo lo que fuese necesario para cumplir con su obligación, Hayley lo quería todo: un hijo y un matrimonio lleno de amor…