Megan Cross no había vuelto a la isla caribeña de San Felipe desde el desagradable divorcio de sus padres y el segundo matrimonio de su madre. Su padrastro, gravemente enfermo, quería su perdón por haberla separado de su madre, y eso la decidió a volver. Muchas cosas habían cambiado en los dieciséis años pasados y lo que más el hijo de su hermanastra, Remy.
El niño se había convertido en un joven increíblemente atractivo, cuyas bromas la turbaban profundamente y cuya intimidad sabía que no debería alentar...