“Eres tan poco adecuado para mí”.
Levi estaba totalmente de acuerdo. Lo era. Iba a marcharse de Chicago dentro de pocas semanas. Además, nunca se comprometía. Sin embargo, aquella noche y aquella chica eran tan especiales… hacían que se sintiera tan bien…
¡Hasta las once y cincuenta y nueve minutos, cuando ella se fue! ¿Qué había hecho? Las cosas acababan de empezar, ¡y ella ya se había marchado! ¿Cómo iba a encontrarla y a volver a meterla en su cama, y en aquella ocasión, durante la noche entera? Parecía que él, que siempre se alejaba de todas las mujeres, se había topado con una que le había dejado deseando más y más…
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