Cassie Kyriakis había pasado varios años en prisión, injustamente condenada por la muerte de su padre. Se había visto obligada a apartarse de su hijo durante algún tiempo y de Sebastián, su gran amor, para siempre… ¡Ahora Sebastián Karedes estaba a punto de convertirse en rey de Aristo! Sebastián había amado a Cassie tan apasionadamente que en otro tiempo habría renunciado al trono por ella, pero Cassie lo había apartado de su lado. Cuando por fin salió de la cárcel, él descubrió que quizá fuera inocente del crimen por el que la habían condenado… ¡y que había tenido un hijo suyo en la cárcel! Sebastián debía elegir entre lo que le dictaba el honor y su deber hacia su pueblo.
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