Se busca comadrona para trabajar en Virgin River, un pueblo de seiscientos habitantes. Un lugar diferente rodeado de bosques de secuoyas y ríos de aguas cristalinas. El puesto de trabajo incluye la vivienda gratuita.
Cuando Melinda Monroe leyó aquel anuncio al año de haber enviudado, decidió inmediatamente que Virgin River era el lugar perfecto para superar su dolor y retomar el trabajo de comadrona que tanto le gustaba.
Pero sus esperanzas se hicieron añicos en cuanto llegó allí: la cabaña estaba destrozada, las carreteras eran intransitables y el médico del pueblo no quería saber nada de ella. Comprendiendo que había cometido un terrible error, decidió marcharse a la mañana siguiente.
Pero una recién nacida abandonada en la consulta del médico le hizo cambiar de planes... Y un ex marine contribuyó a consolidar ese cambio.
Melinda Monroe había llegado a Virgin River buscando una forma de escapar, pero encontró un hogar.