¿Vecino, manitas y… marido?
“Solo es un amigo”, era el mantra que Laurel Kent se repetía durante su embarazo mientras fingía no quedarse mirando embobada a Tyler Noble, su espectacular vecino. Sin embargo, le resultaba casi imposible ignorar las chispas y las mariposas que sentía en el estómago cada vez que Tyler la miraba.
Para Tyler era toda una ironía estar reparando la tapia que separaba su jardín del de Laurel cuando lo que más deseaba era que no hubiera ningún tipo de barreras entre ellos. Era cierto que Laurel estaba embarazada, y que insistía en que no estaba buscando marido, pero Tyler sabía que si le daba una oportunidad, podría demostrarle que él era la pieza que le faltaba para completar su nueva familia.
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