¿La estaría contratando para casarse con ella?
El magnate Connor Brody acababa de atrapar a un intruso. ¡Uno con ropa interior de satén! Aunque no se trataba de un asaltante, sino de su atractiva vecina Daisy Dean. Tras su acalorado encuentro, Connor se quedó con ganas de más.
¿Sería la cautivadora señorita Dean la respuesta a todas sus plegarias? Necesitaba asegurarse un acuerdo de negocios, y estaba decidido a terminar lo que habían empezado. Incapaz de resistirse a sus letales encantos, Daisy accedió a pasar dos semanas en Nueva York, ¡fingiendo ser su prometida!
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