Sólo había una manera de sacársela de la cabeza... llevársela a la cama.
Cuando Melissa Lee aceptó trabajar para el banquero Elliot Jay, esperaba mantener con él una relación estrictamente profesional. Quizá Elliot fuera increíblemente sexy y capaz de hacer realidad hasta sus sueños más salvajes, pero también era un adicto al trabajo que no se dejaba llevar por sus emociones.
La impetuosa empleada nueva... con sus seductoras curvas, estaba volviendo loco a Elliot... y haciéndolo pensar en nuevos planes que nada tenían que ver con el trabajo.
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