No iba a rendirse sin pelear y la pelea prometía ser explosiva.
El multimillonario italiano Emiliano Cannavaro sabía que todo el mundo tenía un precio, especialmente Lauren Westwood, hermana de la taimada esposa de su hermano y la única mujer que casi había conseguido engañarlo con su rostro inocente. Cuando la tragedia se llevó la vida de su hermano y su cuñada, Emiliano decidió conseguir la custodia de su sobrino, que en ese momento vivía al cuidado de Lauren.
Pero la honesta Lauren no era la buscavidas que él creía y no iba a dejarse comprar. Y cuando Emiliano Cannavaro le dio un ultimátum: ir con él a su casa del Caribe con el niño o litigar en los tribunales, decidió enfrentarse con él cara a cara.
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