Enhorabuena, ¡es una niña!
Nicholas Fortune era analista financiero en la Fundación Fortune y estaba acostumbrado a hacer números, no a cambiar pañales. Por eso, cuando se enteró de que acababa de ser nombrado temporalmente tutor de tres niñas, ¡trillizas!, se dio cuenta de que necesitaba una niñera lo antes posible.
Las niñas enseguida le robaron el corazón a Charlene London, al igual que su tutor. Era muy sexy, pero era su jefe y algo prohibido, aunque su trabajo fuera sólo temporal. A no ser que él le hiciera otra oferta... Una que no pudiera rechazar...
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