¡Había comprado a la madre de su hijo!
Jake Marriott siempre había dejado muy claro lo que quería de una relación: nada de matrimonio ni de bebés. Así que la joven e inocente Ashleigh Forrester decidió huir en cuanto descubrió que estaba embarazada de cuatro meses.
Pero el millonario había vuelto a Sidney a saldar algunas cuentas del pasado y volver a poner a Ashleigh en el lugar en el que debía estar… su cama. Sin embargo, cuando se encontró con el pequeño y vio el sorprendente parecido, cambió de idea; ya no quería que Ashleigh fuera su amante… sino su esposa.
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