De pronto tenía dinero... y amor.
Por fin habían encontrado a la heredera de la mina de oro... y no era otra que la sencilla Lisa Martin. Así que la familia Douglas ya no era la más rica del pueblo...
Aparentemente, el guapo Riley Douglas había decidido administrar los cuantiosos bienes de Lisa y últimamente pasaba mucho tiempo con la heredera... de lo que daban buena cuenta los paparazzi que habían acampado junto a su casa. ¿Acaso había decidido cambiar a sus sofisticadas amantes por la sencilla Lisa, o quizá tenía un plan oculto?
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