Cuando recibió la carta anónima, la primera reacción de Sancha fue quemarla. No podía ser verdad lo que decía: "¿Sabes dónde va a estar tu marido esta noche? ¿Y sabes con quién?".
Sancha adoraba a Mark, nunca había dejado de quererlo, a pesar de que los tres hijos que tenían les impedían una relación tan íntima como en el pasado.
Jamás se le había ocurrido pensar que su atractivo esposo pudiera acabar en los brazos de otra mujer...
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