Por fin la tenía donde la deseaba… en el lecho nupcial.
Cuando Emily Blake besó al increíble conde italiano Rafaele Di Salis no imaginaba que algún día acabaría casándose con él para cumplir los deseos de su difunto padre. Emily había accedido a ser su esposa hasta que cumpliera los veintiún años…
El conde Rafaele llevaba dos años intentando controlar la pasión porque su esposa era muy joven y no quería pedirle nada hasta que no fuese lo bastante mujer para enfrentarse a él… Pero ahora que por fin tenía veintiún años… la haría suya.
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