Cometió un error, subestimó los encantos de aquel hombre…
Gannon Elliot jamás habría imaginado que se convertiría en padre sólo para encontrar una buena editora para su revista. Al igual que el resto de su familia, aquel millonario había nacido para competir y ganar y, para superar aquel reto, necesitaba a la mejor… necesitaba a su ex amante, Erika Layven.
Erika deseaba tener un hijo más que nada en el mundo y, en su opinión, Gannon se lo debía después de haberle roto el corazón hasta el punto de impedirle amar a otro hombre. No importaba que sus ojos verdes la atrajeran como a una abeja la miel, se limitaría a redactar el contrato y le trataría como a un socio más…
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