El exigente trabajo de Rhys Wolfe no le dejaba tiempo para el romance -lo cual le venía muy bien. Tenía una amistad muy estrecha con su bellísima vecina, Mariah. Pero eso era todo lo que eran: amigos. Su única noche de pasión había sido un error...
Rhys no sabía ni la mitad. Ya era bastante malo que ella hubiera estado enamorada de él por años. ¡Ahora Mariah estaba embarazada de su hijo! Ella sabía que Rhys había sido herido antes, pero su bebé necesitaba un padre. Mariah estaba empeñada en enseñar a Rhys a amar otra vez, aunque tenía menos de nueve meses para lograrlo.
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