Lo único que sabía con seguridad era que jamás volvería a ser “la otra mujer”.
Elizabeth O’Connell había sufrido una de las peores traiciones que cualquier esposa podría imaginar. Descubrir que no era la única mujer en la vida de su marido significó el fin de su matrimonio y el principio de un año durante el que había pasado por un verdadero infierno. Ahora sólo quería concentrarse en su nuevo negocio y en criar a sus dos hijos.
Carter Hudson no figuraba en sus planes. Cuando se lo presentaron unos buenos amigos, Carter no le gustó en absoluto. Pero a medida que fue pasando tiempo con él, Liz se dio cuenta de que le gustaba tenerlo en su vida. Sin embargo, Carter tenía algunos secretos en su pasado de los que no conseguía escapar, secretos que parecían relacionados con una mujer…
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