Cuando el amor te vuelve loca, lo mejor es disfrutar del viaje.
El atractivo Joe Malone no la llamó después de su explosivo beso, y Kylie decidió quitárselo de la cabeza… hasta que tuvo que pedirle un favor para resolver un extraño asunto. Alguien había robado un objeto muy valioso para ella, y solo había una persona para llevar a cabo la investigación: Joe.
No, Joe no la llamó después de aquel beso. Él era un tipo para divertirse, no un hombre con el que compartir la vida. Y Kylie se merecía estar con un buen hombre que permaneciera a su lado. Sin embargo, cuando estaban juntos, a él le resultaba muy difícil concentrarse y, aunque su cerebro sabía lo que tenía que hacer, su corazón no captaba el mensaje.
Mientras Kylie y Joe estaban inmersos en la búsqueda del tesoro, descubrieron cosas sorprendentes el uno sobre el otro, y se dieron cuenta de que, quizá, la mejor forma de superar aquel beso era reemplazarlo con un centenar de besos más.
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