Quería que aquel niño fuera suyo… y que ella se convirtiera en su esposa.
Había sido una sola noche, tan apasionada como sólo podía serlo un amor de juventud. Pero después se habían separado. Flynn debía conquistar el mundo… solo. La vida de Sara cambió tres meses después cuando descubrió que estaba embarazada de Flynn.
Flynn había ocupado el lugar que le correspondía como conde de Dunmorey y tenía obligaciones que cumplir. Pero ahora que había descubierto que tenía un heredero, sabía que ese niño tenía que ser suyo. Con sólo mirar a Sara a los ojos los años de desaparición se borraron de golpe y la pasión renació…
No hay comentarios:
Publicar un comentario