¿Se atrevería aquella bella y tímida joven a arriesgarse por el hombre de sus sueños?
La repostera Lily Langtry no quería comprometerse con nada que no fuera más allá de sus deliciosas pastas. Así que cuando un perrito apareció en su puerta, se sintió abrumada por la responsabilidad que eso conllevaba, y por la rapidez con la que se encariñó de la adorable criatura. Pero Lily no contaba con las consecuencias de llevar al lindo cachorro a visitar al atractivo veterinario local, Christopher Whitman.
El buen doctor le enseñó a llevar las riendas, o la correa, de la relación con su mascota… entre otras cosas, consiguiendo que Lily cuestionara su miedo al amor.
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