Embarazada y escarmentada por las mentiras de su ex, Sydney Forrest llegó a Weaver, Wyoming, con el propósito de empezar de nuevo y olvidarse de los hombres una temporada. Pero allí iba a encontrarse con el más desesperante de todos ellos. Derek Clay era grosero, impertinente y odiosamente mordaz… y tan atractivo que Sydney no sabía si huir o quedarse allí para siempre.
Derek no estaba dispuesto a consentir que aquella niña rica lo tratase como si fuera un trapo, pero pronto iba a descubrir que bajo aquella fachada arrogante y altanera se escondía una mujer de nobles principios e irresistible sensualidad. Sydney le había dejado muy claro que no quería ser su “pastelito”, pero tal vez aceptara convertirse en su esposa…
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