Ella mandaba en sus relaciones…
Ruby Maguire estaba harta de que los hombres jugasen con ella. Solo necesitaba saber tres cosas sobre un potencial compañero de cama: su nombre, dónde estaría en una semana y qué deseaba de ella.
Damon West sabía mucho sobre el subterfugio y los secretos, y nada sobre serle fiel a las mujeres. Pero Ruby exigía sinceridad entre ellos, así que Damon le dio todo lo que pudo: «Soy Damon West. Me marcharé en una semana. Y quiero que me toques». Al menos esa era la intención… pero algo le decía que una semana con Ruby podría ser inolvidable…
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