Ursula O'Neil había encontrado a su hombre ideal hacía mucho tiempo y lo veía todos los días, ya que era su jefe. Pero Ross Sheridan, genio de la publicidad, estaba casadísimo con Jane y además tenía una preciosa hija.
Pero cuando Ross invitó inesperadamente a Ursula a la fiesta de cumpleaños de su hija, se dio cuenta de que el matrimonio de Ross era una farsa.
Y cuando Jane lo dejó para irse con otro hombre, Ross acudió a Ursula en busca de ayuda para criar a su hija.
Como ella adoraba a la niña, no le importó en absoluto, pero… ¿qué más quería Ross de ella?
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