El único obstáculo que se interpone entre Dante Carrazzo y el logro de su venganza es ella.
Mackenzi es la sexy directora del hotel que Dante piensa cerrar. Ella está dispuesta a cualquier cosa por salvar el hotel, y Dante se aprovecha de ello: le promete reconsiderar su posición si ella accede a convertirse en su amante.
Mackenzi sabe que no debe fiarse de él, pero el placer que le da es demasiado intenso para poder resistirse. Sin embargo, el trato está a punto de romperse cuando Dante se entera de que ella se ha quedado embarazada…