El magnate Richard Wells estaba harto de romances y, sobre todo, del matrimonio. Sin embargo, un día descubrió a una mujer guapísima montando a caballo y se propuso seducirla.
El objeto de su deseo no era una mujer de clase alta, sino una empleada con un corazón que podía hacer que hasta el divorciado más convencido se rindiera para siempre.
El objeto de su deseo no era una mujer de clase alta, sino una empleada con un corazón que podía hacer que hasta el divorciado más convencido se rindiera para siempre.
Cómo la descargo o leo en linea
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