Lo único que compartían era química.
Ash, abogado neoyorkino, se había mudado a Londres huyendo de sus demonios y una noche con la ardiente Essie había sido la distracción perfecta. Estaba decidido a olvidarla hasta que apareció en su despacho al día siguiente dispuesta a trabajar.
Era una mujer romántica buscando hacer realidad un cuento de hadas y, él, un sinvergüenza desconfiado alérgico a los compromisos. ¿Podría ser aquella aventura el mejor error que hubieran cometido en sus vidas?
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