Jamás habría sospechado que aquella niña acabaría uniéndola a un hombre de la reputación de Rhys.
Caitlin no había oído nada más que cosas malas sobre Rhys Morgan, el marido de su prima Amelie. Por eso cuando, a punto de morir, Amelie le pidió que cuidara de la hija que había tenido con otro hombre, no se le ocurrió que debiera ponerse en contacto con Rhys.
El problema era que el irresistible Rhys creía que la pequeña Fleur era hija suya, y estaba dispuesto a utilizar todo su poder, su dinero y su peligroso encanto para recuperar a la niña. Lo primero que debía hacer era seducir a Caitlin, llevarla a la cama y, si era necesario... al altar.
Caitlin no había oído nada más que cosas malas sobre Rhys Morgan, el marido de su prima Amelie. Por eso cuando, a punto de morir, Amelie le pidió que cuidara de la hija que había tenido con otro hombre, no se le ocurrió que debiera ponerse en contacto con Rhys.
El problema era que el irresistible Rhys creía que la pequeña Fleur era hija suya, y estaba dispuesto a utilizar todo su poder, su dinero y su peligroso encanto para recuperar a la niña. Lo primero que debía hacer era seducir a Caitlin, llevarla a la cama y, si era necesario... al altar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario