La química era más fuerte que nunca.
La anticuaria Caroline Fielding estaba más casada con su trabajo que con su marido, Jack Pearce. Después de haber pasado cinco años separada de él, su relación debería estar más que acabada, pero Jack iba a irrumpir en su vida de nuevo, de la forma más inesperada y con la intención de pedirle el divorcio.
Cara intentó ignorar a su corazón y firmar los papeles. Sin embargo, su reputación profesional estaba en juego y solo Jack, investigador privado, podía ayudarla. Trabajar juntos las veinticuatro horas del día podía ser desgarrador… pero también podía salvar su trabajo y su matrimonio.
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