Lee estaba muy contenta por poder contar con el célebre magnate australiano Damien Moore para ayudar a su familia. Era un abogado brillante y, además, guapísimo. Lee lo admiraba mucho, pero se quedó estupefacta cuando se vio obligada a casarse con él por culpa de un vacío legal…
Damien estaba igualmente asombrado, y le aseguró a Lee que el matrimonio sería temporal y, por supuesto, de conveniencia… Pero no había nada de falso en la pasión que sentían. Eran marido y mujer en público y en privado. ¿Se convertiría su matrimonio en algo real?
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