Ella no tenía escapatoria. En su desesperación se había comprado una peluca rubia, había volado a Las Vegas y allí había escogido a Brad Lucas para pasar una inolvidable noche de pasión. Y de allí escapó, sin siquiera esperar que amaneciera.
¿Cómo ella iba a imaginar que el contacto con esa piel le crearía un recuerdo obsesivo…? Y menos aún imaginó que él la perseguiría hasta encontrarla. Y ahora ella estaba instalada en las lujosas habitaciones de Brad en el hotel de Palm Springs.
Ella era su prisionera. Él quería saber a toda costa qué ocultaba tras esa mascarada. Él la deseaba. Él juró que la amaba. Pero estaba empecinado en descubrir su sombrío secreto. Esa verdad que ella estaba destinada a ocultar, aun al precio de sacrificar su amor.
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