Hay magia en el ambiente.
Faith McKinnon tenía un carácter tan franco y directo que estaba volviendo loco a Marcus Huntington, un aristócrata inglés. Había ido al castillo de Hadsborough a investigar una vidriera de gran valor y, desde entonces, Marcus no podía pensar en otra cosa. Pero no se dejaba engañar por su apariencia despreocupada. Para él, Faith era tan transparente como los cristales de aquella vidriera. Y la vulnerabilidad que escondía le resultaba profunda y peligrosamente atractiva.
Ni él ni ella creían en los cuentos de hadas, pero había algo mágico en el hecho de que la nieve los hubiera dejado atrapados en el castillo. ¿Y qué mejor regalo que descubrir la existencia del amor verdadero?
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