¿Superaría Shannon las restricciones que imponía amar a un hombre de la realeza?
Cuando la verdadera identidad de Tony Castillo apareciera en las portadas de todos los periódicos, ya no sería capaz de seguir ocultando que era un príncipe y no un magnate, como todo el mundo creía, incluida su bella amante, Shannon Crawford.
Ante la indignada reacción de su amante, Tony no tuvo más remedio que llevársela a una isla, refugio de su familia, para protegerla de los paparazzi… pero el auténtico objetivo de Tony era ganarse de nuevo el corazón de Shannon en aquella remota y exótica isla.
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