Se vieron forzados a un matrimonio que ninguno de los dos quería.
Después de pasar una noche juntos, Kulal quería conseguir que Rosa Corretti dejara de hacer locuras y se comportara. Pero ella había estado siendo una niña buena durante demasiado tiempo. Se negaba a pasar de una jaula dorada a otra, creía que había llegado la hora de ser libre y tomar las riendas de su vida.
Lo que no sabía era cómo reaccionaría si el arrogante y autoritario jeque la dejaba volar. Porque cabía la posibilidad de que quisiera volver a su lado a pesar de todo.
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