Primero quiso seducirla… después amarla para siempre.
Thorn Westmoreland no era razón suficiente para que Tara Matthews volviera a creer en el amor... ¿o quizá sí? La bella pediatra y el duro empresario eran como el agua y el aceite. Entonces, ¿por qué Tara no podía borrar de su mente el recuerdo de sus tiernas caricias?
Thorn deseaba a Tara desde el mismo día en que la conoció. Su primera intención fue seducirla y tener con ella una aventura sin compromiso alguno, pero antes de que pudiera saborear el triunfo, Tara había cambiado las reglas del juego...
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