Iba a resolver aquel caso... ¡y no importaba cuántas veces tuviera que besarla para conseguirlo!
Hallie Fitzgerald era una mujer amable y educada... pero el tipo que la había robado iba a llamarla a aquel teléfono público. El mismo que estaba utilizando el guapísimo nuevo jefe de policía de la ciudad.
El agente Marc Walcott tenía la sensación de que la menuda aunque fiera Hallie sabía más de lo que le decía en relación al robo del museo, y estaba dispuesto a utilizar todas sus técnicas para averiguar la verdad... incluyendo una profunda exploración de sus labios.
Hallie Fitzgerald era una mujer amable y educada... pero el tipo que la había robado iba a llamarla a aquel teléfono público. El mismo que estaba utilizando el guapísimo nuevo jefe de policía de la ciudad.
El agente Marc Walcott tenía la sensación de que la menuda aunque fiera Hallie sabía más de lo que le decía en relación al robo del museo, y estaba dispuesto a utilizar todas sus técnicas para averiguar la verdad... incluyendo una profunda exploración de sus labios.
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