De joven había sido demasiado indómito, demasiado atractivo, demasiado independiente... El chico pobre sobre el que murmuraban y con el que soñaban en secreto todas las chicas del instituto. Y ahora, se había convertido en un hombre, e intrigaba aún más a Ashley Wilde. ¿Se atrevería a domesticar a Dillon Ford y hacerlo suyo para siempre?
La dama era impecable, de buena familia y de excelentes modales: la chica que siempre lo había tenido todo. Ahora había vuelto a su pueblo natal, y Dillon estaba decidido a seducirla. La había dejado escapar una vez, pero no iba a repetir el error...
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